martes, 5 de mayo de 2009
martes, 28 de abril de 2009
EL AMOR PERFECTO DE UN GRAN DIOS; NUESTRO DIOS
Escuchala con el corazon y lo entenderas.
miércoles, 22 de abril de 2009
¿Robara el Hombre a Dios? - El Diezmo
Diezmos.
La práctica de pedir a los miembros que den una décima parte de su ingreso anual a la Iglesia ha sido un principio desde los primeros días de su historia. Pero a fines de los años 1800, las donaciones en diezmos habían declinado en forma significativa, por lo que Snow y otros líderes decidieron volver a pone énfasis en este principio en las congregaciones de la Iglesia.
Los miembros de la Iglesia respondieron con tanta fidelidad a las exhortaciones del presidente Snow que su sucesor, el presidente Joseph F. Smith pudo anunciar en abril de 1907 que la Iglesia había salido completamente de sus deudas,” dice Richard E. Turley Jr., que está a la cabeza del Departamento de Historia Familiar e Historia de la Iglesia.
Los periodistas que analizan este fenómeno atribuyen primordialmente el éxito del activo financiero, a la visión para los negocios o al sentido común de las inversiones de la Iglesia. Pero el presidente Hinckley mantiene que la base de este progreso contemporáneo sigue siendo el mismo principio que rescató de los problemas financieros a la Iglesia hace 100 años: los diezmos.
“Los diezmos son la fuente de ingresos para que la Iglesia lleve a cabo las actividades que se le han mandado,” escribió el presidente Hinckley en 1989. En un discurso que dio en 1991, agregó: “Tenemos algunos negocios de nuestra propiedad que producen ingresos, pero las utilidades de ellos mantendría a la Iglesia sólo por un breve tiempo. El diezmo es la ley financiera del Señor… cuando todo se haya dicho y hecho, la única riqueza de la Iglesia estará en la fe de su gente”.
La práctica del pago de diezmos no se origina con los Santos de los Últimos Días. El término aparece en el principio del Antiguo Testamento, en Génesis, capítulo 14, y en Génesis 28:22 el profeta Jacob promete a Dios “De todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.
En el Antiguo Testamento el profeta Malaquías escribió deliberadamente: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. ¿Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición: porque me habéis robado… Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa”. (Malaquías 3:8-10).
Como le dijo la estrella de la NFL Steve Young, lanzador de de fútbol americano y Santo de los Últimos Días a Mike Wallace, del programa de CBS60 Minutos en 1997, “La verdad es que no miro ese dinero como mío… Es el dinero del Señor y, en efecto, estaría robándole a Él si no lo pagara (el diezmo)”.
Anuncios de Actividades!!
Queremos informarles que tendremos fiesta este viernes 24 de Abril a partir de las 8 pm. en la Capilla Los Granados, Anímense a participar pues prometemos muchos premios y con buena música.
Asimismo queremos avisarles que se esta preparando un campeonato relámpago de Fulbito Varones y "Mandíbula" (Balón Mano) Mixto, estaremos haciéndoles llegar las novedades para que estén preparándose
Además para este mes de mayo una vez mas tendremos el Festival de Teatro del Nuevo Testamento, vayan preparándose.
Esperamos que puedan invitar a sus amigos a que puedan inscribirse en el programa de institutos de Religión
Atentamente
Consejo Estudiantil de Institutos de Religión
Espiritualidad y Paz Personal
jueves, 26 de marzo de 2009
LA PRIMERA PELICULA SUD MEXICANA
sábado, 21 de marzo de 2009
LAS VACAS FLACAS
A veces en la incertidumbre reclamamos las bendiciones que creemos que merecemos en el momento que creemos indicado. Esperamos “el milagro” que imaginamos.
Es decir que adelgazaremos, nos pasaremos ropa para los chicos entre nosotros, nos alentaremos cuando nos tiemblen las rodillas, nos escucharemos y compartiremos nuestros temores porque no será el fin.Si aún los egipcios debieron pagar para recibir el alimento guardado, nosotros no seremos la excepción y debemos seguir obedeciendo y sirviendo para poder ver las bendiciones.
Por Karina Michalek de Salvioli
lunes, 16 de marzo de 2009
viernes, 13 de marzo de 2009
Predicador de Rectitud
"Yo sé que mi Redentor vive!..." . Este testimonio central a la vida, palabras y la misión de ElderBruce R McConkie del quórum de los 12 - fue expresado en palabras y relatado en los servicios funerales del 23 de abril de 1985 en el tabernáculo de Lago Salado.
Hablando en la conferencia general menos de dos semanas antes, Elder Bruce R McConkie había repetido el testimonio que dio a la iglesia por casi cuatro décadas como autoridad general: "Y concerniente a Jesucristo, yo testifico que el es el hijo del Dios viviente y fue crucificado por lospecados del mundo. El es nuestro Señor, nuestro Dios y nuestro Rey. Esto lo sé por mi mismo, independientemente de cualquier otra persona. (Liahona, Jul. 1985, pág. 11).
Elder McConkie había batallado el cáncer por más de 18 meses. Después de una operación en enero de 1984, los doctores le dijeron que tenía solamente un corto tiempo para vivir. Pero sostenido por su fe y ayuno, oraciones de la familia y amigos a través del mundo. El continuó sin quejarse llevando a cabo los deberes de su llamamiento, incluso percibiendo sus tribulaciones como una bendición. "Estoy bastante asombrado por los profundos sentimientos de agradecimiento y me regocijo por la bondad del Señor hacia mí", dijo en la conferencia de abril después de la operación."El me ha permitido sufrir dolor, sentir ansiedad, y sentir su poder sanador" (Ensign, Mayo 1984, pág. 32)
"Soy uno de sus testigos, y en un día venidero sentiré las marcas de los clavos en sus manos y pies y bañaré sus pies con mis lágrimas. Pero entonces no sabré mejor de lo que conozco ahora que El es Hijo del Dios Todopoderoso, que El es nuestro Salvador y redentor y que la salvación viene en y a través de su sangre expiatoria y no hay otra manera". (Liahona, Mayo 1985 pág. 11).
miércoles, 11 de marzo de 2009
EL ABRAZO DEL AMOR
lunes, 9 de marzo de 2009
SOLAMENTE UN ELDER
Hermanos, ¿qué pensáis del oficio de élder? A veces, cuando alguien pregunta: "¿Qué oficio tiene usted en el sacerdocio?" se puede oír la respuesta: "Soy solamente élder."
¡Solamente un élder! Solamente un título del que se enorgullece cada uno de los miembros del Consejo de los Doce, y que honra al Presidente de la Iglesia, quien es designado por revelación como el Primer Elder (véase en Doc. y Con. 20:2, 5.); sólo el oficio al cual son ordenados millones de hombres en las ordenanzas vicarias de los sagrados templos.
¡Solamente un élder! Tan sólo el oficio que permite al hombre entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio y tener a su esposa e hijos unidos a él eternamente; el oficio que lo prepara para ser el patriarca de su posteridad y mantener eterno dominio en la Casa de Israel; que se requiere para recibir la plenitud de las bendiciones en la Casa del Señor; sólo el oficio que abre las puertas a la exaltación eterna en el más alto grado del mundo celestial, donde el hombre (lega a ser como Dios es.
¡Solamente un élder! Sólo una persona que ha sido ordenada para predicar el evangelio, edificar el reino y perfeccionar a los Santos; un ministro cuya sola palabra es escritura; un poseedor del oficio que tiene el privilegio de recibir los misterios del reino de los cielos, de tener los cielos abiertos, de estar en comunión con la asamblea general y la Iglesia del Primogénito, y de disfrutar de la comunión y la presencia de Dios el Padre y Jesucristo, el mediador del nuevo convenio. (Véase Doc. y Con. 107:19.)
¡Solamente un élder!, Cada élder de la Iglesia posee el mismo Sacerdocio que su Presidente. Ningún apóstol puede elevarse ni se elevará más en la eternidad, de lo que lo pueda hacer un fiel élder que viva la plenitud de la ley del evangelio.
¿Qué es un élder? Un élder es un ministro del Señor Jesucristo. Es un poseedor del sagrado Sacerdocio de Melquisedec. Está comisionado para actuar en nombre del Maestro que es el principal de los élderes en el ministerio entre sus semejantes. El es el agente del Señor, y tiene el llamamiento de predicar el evangelio y perfeccionar a los santos.
¿Qué es un élder? Es un pastor, un pastor especial que se encuentra cuidando la majada del Buen Pastor. Así está escrito: "Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor:" (Ezequiel 34:31.) También escribió Pedro, quien fue el primer élder de su época: "Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos... (tengamos en cuenta que élder es la traducción de "anciano" al inglés). Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Pedro 5:1 4). Sabed esto: Los élderes que sean ministros residentes en el reino de Dios, son designados para apacentar la grey de Dios, para encargarse de su vigilancia, para su ejemplo.
¿Qué es un élder? "Y ahora venid, dice el Señor, por el Espíritu, a los élderes de su Iglesia, y razonaremos para que entendáis... Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregunta:
¿Para qué fuisteis ordenados? Para predicar mi evangelio por el Espíritu, aun el Consolador que fue enviado para enseñar la verdad" (D. y C. 50:10, 1314). Un élder es un representante de Dios, enviado a enseñar el evangelio para la salvación del hombre.
¿Quién puede medir el infinito valor de una de las almas por las cuales Cristo dio su vida? Y aun así, ¿no es acaso el valor del alma de un élder aún mayor siendo que él es su ministro, y está encargado de llevar al Padre muchas almas que le son preciosas?
¿Apacientan todos los élderes la majada de Dios, se encargan de su vigilancia y se yerguen como buenos ejemplos para los demás de la grey? Escuchad la profética respuesta:
"Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a los pastores: Así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores los rebaños?
No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas eón dureza y con violencia;
Así ha dicho el Señor Jehová; He aquí, yo estoy contra los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas: ni los pastores se apacentarán más a sí mismos. . ." (Ezequiel 34:2, 4, 10)
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimas Días es el reino de Dios sobre la tierra. No se trata de una democracia, ni una república, ni una oligarquía; no es una dictadura ni ninguna otra clase de gobierno, sino un reino. Funciona desde la parte superior hacia abajo. El Señor habla y sus siervos obedecen. Los élderes actúan y se enseña al pueblo.
Nuestra gran necesidad y la responsabilidad que tenemos es: perfeccionar a los élderes para que ellos puedan apacentar las ovejas, no sea que éstas perezcan por su necesidad de la palabra de Dios. El principal problema de la actualidad en la Iglesia, es lograr que los élderes sean la fuerza activa que tome sobre sí la responsabilidad de "apacentar el rebaño de ¿Cuáles son los medios de que disponemos para salvar a los élderes de la Iglesias En realidad no existe una fórmula secreta. No podemos mover una varita mágica y recobrar así a las personas inactivas sin hacer el esfuerzo y luchar para lograrlo. Pero contamos con todo el programa de la Iglesia, y en él cada individuo que desee recibir las bendiciones del evangelio puede encontrar lo que le sea de mayor beneficio. Al enfrentarnos con este problema (así como con cualquier otro), debemos hacerlo con el claro entendimiento de que la única solución completamente aprobada, es la que opera dentro de la estructura de la correlación del sacerdocio.
¿Qué es la correlación del sacerdocio? Consiste en el sistema administrativo de la Iglesia en el que tomamos todos sus programas, los envolvemos en un solo paquete, los hacemos funcionar como una unidad e involucramos a todos los miembros de la Iglesia en esa operación. Dicho sistema requiere que operemos dentro de la estructura existente de la Iglesia. Lejano quedó el día en que, cuando descubríamos la existencia de un problema, formábamos un comité o alguna otra organización para resolverlo. En lugar de ellos ahora utilizamos la organización revelada del sacerdocio, o sea los maestros orientadores, en la forma establecida en la Sección 20 correlacionando todas las operaciones del sacerdocio y las organizaciones auxiliares, a través del Comité Ejecutivo del Sacerdocio y el Consejo de Correlación de barrio. El presidente Harold B. Lee definió la correlación del sacerdocio como, "poner al sacerdocio donde el Señor lo puso, ayudándole a la familia a funcionar del modo en que debe funcionar." (Véase: "Correlación y Genealogía del Sacerdocio", en Discursos Devocionales de Genealogía, 1968; Provo, Utah: Brigham Young University Press, 1969, Pág. 55.)
Hay tres principios básicos en la correlación del sacerdocio que nos guían en la operación de todos los programas de la Iglesia, y parten de esta declaración básica:
La familia es la organización más importante, tanto en esta vida como en la eternidad.
La Iglesia con todas sus organizaciones como agencias de servicio, se encuentran en situación de ayudar a la familia.
Los maestros orientadores representan al Señor, al obispo y al director del sacerdocio, poniendo a disposición del padre, la familia y el individuo la ayuda de la Iglesia y de todas sus organizaciones. Los tres principios básicos de la correlación del sacerdocio son entonces:
1. Todo está centrado en la familia y el individuo. Ellos lo hacen todo en la Iglesia. Son responsables de la obra misional, de llevar a cabo su obra genealógica, de proveerse todo lo necesario para su propio bienestar. No llamamos misioneros ni nombramos comités para invalidar la responsabilidad primordial de la familia y el individuo; no es el director del grupo de los sumos sacerdotes el responsable por la genealogía del barrio; no son los misioneros regulares o de estaca los responsables por la obra misional, tanto de barrio como de estaca. En ambos casos son la familia y el individuo los que deben responsabilizarse, ayudados por los especialistas de la Iglesia.
2. La Iglesia y todas sus organizaciones, se encuentran en situación de ayudar tanto a la familia como al individuo. Misioneros, comités y distintos tipos de especialistas, son llamados para ayudar a las familias. Son los padres y no las organizaciones de la Iglesia, los responsables de criar y educar a sus propios hijos en la luz y la verdad de los principios del evangelio. Pero estas organizaciones han sido preparadas para ayudar a los padres a llevar a cabo la obra que el Señor les ha encomendado. Para ser precisos, nosotros no ayudamos a los misioneros sino que éstos nos ayudan a nosotros. Nuestra responsabilidad primordial es llevar la voz de advertencia a nuestro prójimo, y los misioneros, tanto los regulares como los de estaca, son los especialistas llamados para ayudar en el proceso de la enseñanza.
3. Los maestros orientadores representan al Señor, al obispo y al director del sacerdocio, poniendo a disposición de la familia y del individuo la ayuda de la Iglesia y de todas sus organizaciones. Sin lugar a dudas, el mayor de los defectos del sistema de la orientación familiar de la Iglesia, es que casi no, se utiliza. En lugar de permitirles a los maestros orientadores que lleven a cabo sus responsabilidades, a menudo interponemos un "comité lateral", para después preguntarnos el porqué de la falta de interés de aquéllos en su fundamental labor. Si tenemos la necesidad de recobrar élderes no deberíamos interponer ninguna organización especial, sino utilizar a los maestros orientadores y las organizaciones existentes de la Iglesia.
La Iglesia tiene necesidad de cada élder. Ninguno de ellos puede ni debe ser desperdiciado. La Iglesia debe perfeccionarse y enseñarse el evangelio a toda criatura. No existe ninguna forma de hacerlo sin contar con más misioneros. Necesitamos ayuda, y debemos comenzar con los inactivos y los futuros élderes.
¿Quién es el responsable de activar a un élder descarriado? Pongamos en orden nuestras prioridades. La principal y mayor de las responsabilidades descansa en el mismo élder. El fue quien llevó a cabo con su bautismo el convenio de servir al Señor; LEER MAS
viernes, 6 de marzo de 2009
jueves, 5 de marzo de 2009
Charla fogonera del SEI 01 marzo del 2009
¿Quién es mi enemigo?
En los años que la gente ha estado meditando esa respuesta, se han grabado en sus mentes algunas ideas constructivas. La historia adecuada ilustra y clarifica las ideas de tal manera, que a veces las hace más valiosas que el propio acontecimiento. Los conceptos útiles primero deben ser claros, y así pueden penetrar nuestras mentes con una profundidad cada vez mayor y aumentar de esta manera la eficacia su influencia.
No hace mucho, otro “doctor de la ley” hizo una pregunta. Después de alguna discusión y confusión sobre algunos problemas personales, dijo en substancia:
Esta es una pregunta que nos da en qué pensar, y no siempre podemos hallar la respuesta correcta. Así como nos es difícil en una película determinar quién es el “villano” y desenlazar el misterio, en igual manera se nos dificulta distinguir entre nuestros amigos y enemigos en la vida. Jesús fue el mejor amigo que la gente de esta tierra ha tenido, y sin embargo, en su propia época, así como en la nuestra, no siempre se le reconoce como tal. Una de las desgracias comunes de la experiencia humana es la “identificación errada”. El lobo que anda entre nosotros con vestido de oveja es ocurrencia diaria, y con la misma frecuencia la gente le vuelve las espaldas a sus mejores amigos sin darse cuenta de ello.
Los amigos y los enemigos, igual que las bendiciones, a veces llegan disfrazados. Pero aun sin el disfraz, es pésima nuestra habilidad para reconocer a unos y otros. No siempre reconocemos a nuestros padres o directores religiosos en su verdadero aspecto. Al mismo tiempo, permitimos que el enemigo con los más ridículos disfraces infiltre nuestras filas y nos robe de nuestras bendiciones sin que nos demos cuenta siquiera de que las estamos perdiendo.
“¿Quién es mi enemigo?” es una pregunta muy oportuna.
Si nos ponemos a reflexionarla quizá podremos desarrollar nuestra habilidad para identificar y reconocer. Tal vez una ilustración más nos ayude a clarificar algunas ideas.
Una de las historias más instructivas de cualquier edad, es la de Marco Antonio, amigo de Julio César. Un grupo de treinta y ocho conspiradores acababan de asesinar a César con la intención de apoderarse del gobierno del Imperio Romano. Entró entonces en la escena Marco Antonio, y tras una arenga muy eficaz durante los funerales de César arrebató la iniciativa a los conspiradores.
Entonces Antonio y Octavio César organizaron sus fuerzas y dieron principio a una larga y reñida contienda para lograr el dominio.
Plutarco, el gran moralista e historiador griego, contemporáneo de Antonio, nos relata como éste, dotado de oratoria convincente, lógica, valor y habilidad para dirigir grupos de hombres, quitó el mundo a los conspiradores.
¿Y quién es mi prójimo?
Marco Antonio pasó de un éxito a otro y llegó a ser quizá el hombre más ilustre y potente de su época.Venció toda dificultad. Soportó las marchas más arduas; vivió por largos períodos sin más comida que insectos y la corteza de árboles. Compartió estas extremas dificultades con sus hombres en medio de un ánimo asombroso. Se granjeó la incuestionable lealtad y devoción de sus soldados, los cuales estaban dispuestos a seguirlo en cualquier empresa.
miércoles, 4 de marzo de 2009
EL YUGO
Algunos profetas y el mismo Señor Jesucristo, lo usaron como símbolo para ilustrar sus enseñanzas. Así encontramos más de 40 referencias en las escrituras.
A veces lo mencionaron como advertencia, para no “llevar un yugo de hierro” (Deuteronomio. 28:47-48), por desobediencia o como consecuencia de rebeldías. (Lamentaciones 1:14)
Pero también fue usado como consejo: “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud”, (Lamentaciones 3:27), y de esperanza y recompensa, como cuando Jehová se compadeció de su pueblo obstinado y alzó “su yugo de sobre su cerviz... con cuerdas de amor”. (Oseas 11:4)
Isaías enseñó que el ayuno, “desata las ligaduras, suelta las cargas” y rompe ”todo yugo” que oprime. (Isaías 58:6)
Entre los discípulos del Señor, Pablo fue el que mejor interpretó el significado del símbolo, cuando advirtió al pueblo de Dios “no estar otra vez sujetos al yugo de esclavitud” y recomendó estar siempre “firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres”. (Gálatas 5:1) Fue aún más ilustrativo cuando enfatizó a los santos en Corinto, no unirse “en yugo desigual con los incrédulos... porque ¿qué comunión tiene la luz con las tinieblas?” (Gálatas 6:14-15)
Los primeros años de esta dispensación, fueron de gran persecución. En ese tiempo, el Profeta José Smith estando preso en la cárcel de Liberty, oró al Padre para que aceptara “esta casa... que mandaste edificar”, (templo de Kirtland), y le imploró “un cabal y completo rescate de este yugo de aflicción... quítalo por tu poder del cuello de tus siervos”. (Doct. y Conv. 109:33,47)
Finalmente llegamos al modelo incomparable, cuando el Salvador lo utilizó para invitarnos a ser sus discípulos:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
(Mateo 11:28-30)
Existen dos clases de yugo:
Es de sabios llevar el yugo del Señor porque es “fácil y ligera su carga” y aprendemos a “ser mansos y humildes de corazón”. Además se nos garantiza que “aliviará las cargas (que otros) impongan sobre (nuestros) hombros”. (Mosíah 24:14-15)
sábado, 28 de febrero de 2009
viernes, 27 de febrero de 2009
CHARLA VIA SATELITE -SEI
jueves, 26 de febrero de 2009
Primer Llamamiento desafio de todos
Sin tener idea del por qué de dicha entrevista, entramos al obispado con una gran sonrisa que va diluyéndose lentamente cuando escuchamos: “...hemos sentido, luego de orar, que el Señor desea que usted sirva en Su reino como maestro de la clase de...".Ahí se nos para la respiración, lo que provoca que en nuestra mente se agolpen todo tipo de pensamientos:
¿Yo, un maestro? Pero si en los exámenes orales bajaba como 5 kilos de tanto sudar por los nervios!!
¡Cómo voy a darle una clase al hermano Tal si él tiene años en la Iglesia! ¿qué le puedo enseñar?
¿Maestra de niños?¡Pero si me alegro más cuando los nietos se van que cuando llegan de visita!
Pero... el Señor pensó en mí... ¡es maravilloso!
¿Cómo funciona la inspiración?
¿A qué se refiere el obispo con “el Espíritu le guiará”?
¿Será verdad que recibiré revelación personal para saber cómo enseñar?
Salimos del obispado diciendo gracias sin estar muy seguros de por qué estamos agradecidos y aferrándonos al manual cual tabla de salvación. Esa primera semana leemos todo el material recibido. Oramos pidiendo claridad mental. Nos dedicamos a “escudriñar” las escrituras. Y cuando creemos que aplacamos nuestra ansiedad, pensamos: “¿y si cuando hacen el sostenimiento alguien levanta la mano en contra?"Pero eso no sucede.
Llega el gran día y sólo pensamos en que lo mejor que podría pasarnos es intoxicarnos con el desayuno; que el colectivo que nos lleva a la capilla equivoque el camino; que un tornado nos arrebate de la tierra; o que venga algún jinete del Apocalipsis y nos invite a cabalgar con él.Con una oración en nuestras mentes enfrentamos el desafío, sin saber que muchos también orarán con y por nosotros. Con el tiempo, apenas guardamos recuerdo de nuestra primera clase. Es muy probable que no recordemos qué enseñamos ni quienes estaban presentes. Al desarrollar el don que nos fue conferido al ser apartados, empezamos a coleccionar experiencias que corroboran la escritura de Doctrina y Convenios 50:22: ”el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente”. Las “tormentas” que puedan hacernos naufragar en medio de una clase se convierten en experiencias que nos permiten “entregarnos en los brazos de Señor” para salir a flote.
Vemos en otros a “rescatistas” que saben por experiencia propia y nos tienden una mano. Descubrimos que las alabanzas de los hombres no son nada cuando escuchamos que la clase fue la respuesta a la oración de alguien. O cuando un niño lamentó nuestra ausencia y nos entrega un papel arrugado y pegoteado con caramelo en donde nos vemos reflejados con una enorme cabeza llena de rulos que ocupan toda la hoja y una sonrisa de oreja a oreja (que también dibujó con aros gigantes).
Nuestro primer llamamiento se convertirá en una fuente de anécdotas que realmente fortalecerán nuestra fe. Estaremos así llenando un poco más nuestro traje de discípulos de Cristo al seguir su ejemplo ayudando y acompañando a aquel que recibe su primera asignación en la Iglesia.
martes, 24 de febrero de 2009
RECUERDOS DEL CAMPAMENTO EN LA PLAYA
El video y las fotos hablaran por si mismo ...........
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