Discurso pronunciado en el Seminario de Representantes Regionales en octubre de 1974 Hermanos, ¿qué pensáis del oficio de élder? A veces, cuando alguien pregunta: "¿Qué oficio tiene usted en el sacerdocio?" se puede oír la respuesta: "Soy solamente élder."
¡Solamente un élder! Solamente un título del que se enorgullece cada uno de los miembros del Consejo de los Doce, y que honra al Presidente de la Iglesia, quien es designado por revelación como el Primer Elder (véase en Doc. y Con. 20:2, 5.); sólo el oficio al cual son ordenados millones de hombres en las ordenanzas vicarias de los sagrados templos.
¡Solamente un élder! Tan sólo el oficio que permite al hombre entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio y tener a su esposa e hijos unidos a él eternamente; el oficio que lo prepara para ser el patriarca de su posteridad y mantener eterno dominio en la Casa de Israel; que se requiere para recibir la plenitud de las bendiciones en la Casa del Señor; sólo el oficio que abre las puertas a la exaltación eterna en el más alto grado del mundo celestial, donde el hombre (lega a ser como Dios es.
¡Solamente un élder! Sólo una persona que ha sido ordenada para predicar el evangelio, edificar el reino y perfeccionar a los Santos; un ministro cuya sola palabra es escritura; un poseedor del oficio que tiene el privilegio de recibir los misterios del reino de los cielos, de tener los cielos abiertos, de estar en comunión con la asamblea general y la Iglesia del Primogénito, y de disfrutar de la comunión y la presencia de Dios el Padre y Jesucristo, el mediador del nuevo convenio. (Véase Doc. y Con. 107:19.)
¡Solamente un élder!, Cada élder de la Iglesia posee el mismo Sacerdocio que su Presidente. Ningún apóstol puede elevarse ni se elevará más en la eternidad, de lo que lo pueda hacer un fiel élder que viva la plenitud de la ley del evangelio.
¿Qué es un élder? Un élder es un ministro del Señor Jesucristo. Es un poseedor del sagrado Sacerdocio de Melquisedec. Está comisionado para actuar en nombre del Maestro que es el principal de los élderes en el ministerio entre sus semejantes. El es el agente del Señor, y tiene el llamamiento de predicar el evangelio y perfeccionar a los santos.
¿Qué es un élder? Es un pastor, un pastor especial que se encuentra cuidando la majada del Buen Pastor. Así está escrito: "Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor:" (Ezequiel 34:31.) También escribió Pedro, quien fue el primer élder de su época: "Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos... (tengamos en cuenta que élder es la traducción de "anciano" al inglés). Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Pedro 5:1 4). Sabed esto: Los élderes que sean ministros residentes en el reino de Dios, son designados para apacentar la grey de Dios, para encargarse de su vigilancia, para su ejemplo.
¿Qué es un élder? "Y ahora venid, dice el Señor, por el Espíritu, a los élderes de su Iglesia, y razonaremos para que entendáis... Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregunta:
¿Para qué fuisteis ordenados? Para predicar mi evangelio por el Espíritu, aun el Consolador que fue enviado para enseñar la verdad" (D. y C. 50:10, 1314). Un élder es un representante de Dios, enviado a enseñar el evangelio para la salvación del hombre.
¿Quién puede medir el infinito valor de una de las almas por las cuales Cristo dio su vida? Y aun así, ¿no es acaso el valor del alma de un élder aún mayor siendo que él es su ministro, y está encargado de llevar al Padre muchas almas que le son preciosas?
¿Apacientan todos los élderes la majada de Dios, se encargan de su vigilancia y se yerguen como buenos ejemplos para los demás de la grey? Escuchad la profética respuesta:
"Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a los pastores: Así ha dicho el Señor Jehová: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores los rebaños?
No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas eón dureza y con violencia;
Así ha dicho el Señor Jehová; He aquí, yo estoy contra los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas: ni los pastores se apacentarán más a sí mismos. . ." (Ezequiel 34:2, 4, 10)
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimas Días es el reino de Dios sobre la tierra. No se trata de una democracia, ni una república, ni una oligarquía; no es una dictadura ni ninguna otra clase de gobierno, sino un reino. Funciona desde la parte superior hacia abajo. El Señor habla y sus siervos obedecen. Los élderes actúan y se enseña al pueblo.
Nuestra gran necesidad y la responsabilidad que tenemos es: perfeccionar a los élderes para que ellos puedan apacentar las ovejas, no sea que éstas perezcan por su necesidad de la palabra de Dios. El principal problema de la actualidad en la Iglesia, es lograr que los élderes sean la fuerza activa que tome sobre sí la responsabilidad de "apacentar el rebaño de ¿Cuáles son los medios de que disponemos para salvar a los élderes de la Iglesias En realidad no existe una fórmula secreta. No podemos mover una varita mágica y recobrar así a las personas inactivas sin hacer el esfuerzo y luchar para lograrlo. Pero contamos con todo el programa de la Iglesia, y en él cada individuo que desee recibir las bendiciones del evangelio puede encontrar lo que le sea de mayor beneficio. Al enfrentarnos con este problema (así como con cualquier otro), debemos hacerlo con el claro entendimiento de que la única solución completamente aprobada, es la que opera dentro de la estructura de la correlación del sacerdocio.
¿Qué es la correlación del sacerdocio? Consiste en el sistema administrativo de la Iglesia en el que tomamos todos sus programas, los envolvemos en un solo paquete, los hacemos funcionar como una unidad e involucramos a todos los miembros de la Iglesia en esa operación. Dicho sistema requiere que operemos dentro de la estructura existente de la Iglesia. Lejano quedó el día en que, cuando descubríamos la existencia de un problema, formábamos un comité o alguna otra organización para resolverlo. En lugar de ellos ahora utilizamos la organización revelada del sacerdocio, o sea los maestros orientadores, en la forma establecida en la Sección 20 correlacionando todas las operaciones del sacerdocio y las organizaciones auxiliares, a través del Comité Ejecutivo del Sacerdocio y el Consejo de Correlación de barrio. El presidente Harold B. Lee definió la correlación del sacerdocio como, "poner al sacerdocio donde el Señor lo puso, ayudándole a la familia a funcionar del modo en que debe funcionar." (Véase: "Correlación y Genealogía del Sacerdocio", en Discursos Devocionales de Genealogía, 1968; Provo, Utah: Brigham Young University Press, 1969, Pág. 55.)
Hay tres principios básicos en la correlación del sacerdocio que nos guían en la operación de todos los programas de la Iglesia, y parten de esta declaración básica:
La familia es la organización más importante, tanto en esta vida como en la eternidad.
La Iglesia con todas sus organizaciones como agencias de servicio, se encuentran en situación de ayudar a la familia.
Los maestros orientadores representan al Señor, al obispo y al director del sacerdocio, poniendo a disposición del padre, la familia y el individuo la ayuda de la Iglesia y de todas sus organizaciones. Los tres principios básicos de la correlación del sacerdocio son entonces:
1. Todo está centrado en la familia y el individuo. Ellos lo hacen todo en la Iglesia. Son responsables de la obra misional, de llevar a cabo su obra genealógica, de proveerse todo lo necesario para su propio bienestar. No llamamos misioneros ni nombramos comités para invalidar la responsabilidad primordial de la familia y el individuo; no es el director del grupo de los sumos sacerdotes el responsable por la genealogía del barrio; no son los misioneros regulares o de estaca los responsables por la obra misional, tanto de barrio como de estaca. En ambos casos son la familia y el individuo los que deben responsabilizarse, ayudados por los especialistas de la Iglesia.
2. La Iglesia y todas sus organizaciones, se encuentran en situación de ayudar tanto a la familia como al individuo. Misioneros, comités y distintos tipos de especialistas, son llamados para ayudar a las familias. Son los padres y no las organizaciones de la Iglesia, los responsables de criar y educar a sus propios hijos en la luz y la verdad de los principios del evangelio. Pero estas organizaciones han sido preparadas para ayudar a los padres a llevar a cabo la obra que el Señor les ha encomendado. Para ser precisos, nosotros no ayudamos a los misioneros sino que éstos nos ayudan a nosotros. Nuestra responsabilidad primordial es llevar la voz de advertencia a nuestro prójimo, y los misioneros, tanto los regulares como los de estaca, son los especialistas llamados para ayudar en el proceso de la enseñanza.
3. Los maestros orientadores representan al Señor, al obispo y al director del sacerdocio, poniendo a disposición de la familia y del individuo la ayuda de la Iglesia y de todas sus organizaciones. Sin lugar a dudas, el mayor de los defectos del sistema de la orientación familiar de la Iglesia, es que casi no, se utiliza. En lugar de permitirles a los maestros orientadores que lleven a cabo sus responsabilidades, a menudo interponemos un "comité lateral", para después preguntarnos el porqué de la falta de interés de aquéllos en su fundamental labor. Si tenemos la necesidad de recobrar élderes no deberíamos interponer ninguna organización especial, sino utilizar a los maestros orientadores y las organizaciones existentes de la Iglesia.
La Iglesia tiene necesidad de cada élder. Ninguno de ellos puede ni debe ser desperdiciado. La Iglesia debe perfeccionarse y enseñarse el evangelio a toda criatura. No existe ninguna forma de hacerlo sin contar con más misioneros. Necesitamos ayuda, y debemos comenzar con los inactivos y los futuros élderes.
¿Quién es el responsable de activar a un élder descarriado? Pongamos en orden nuestras prioridades. La principal y mayor de las responsabilidades descansa en el mismo élder. El fue quien llevó a cabo con su bautismo el convenio de servir al Señor; LEER MAS