PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
Primero, oigan la voz del Señor. La comunicación que se recibe del Señor acerca de la verdad divina y del conocimiento espiritual se halla en las Escrituras y se llama revelación, lo que literalmente quiere decir dar a conocer o descubrir lo ignorado; se nos ha dado “para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y sepáis qué adoráis” (D. y C. 93:19). El élder Neal A. Maxwell dijo: “Sólo con la revelación podemos efectuar la obra del Señor de acuerdo con Su voluntad, a Su propia manera y en Su propio tiempo” (“La revelación”, Primera Reunión Mundial de Capacitación de Líderes, enero de 2003, pág. 5). “Sin revelación, todo sería conjeturas, tinieblas y confusión” (“Bible Dictionary”, pág. 762).
Segundo, oigan la voz de Sus siervos. La revelación o verdad divina se da, por medio de la voluntad del Señor, a Sus siervos en formas y tiempos diferentes, y ésta también se encuentra en las Escrituras. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).
Por tanto, no es suficiente escudriñar las Escrituras para conocer la intención del Señor. A eso debe seguir un acto de fe, el aceptar hacer la voluntad del Señor mediante la obediencia a Sus mandamientos, antes de poder disfrutar de las bendiciones del Señor.
La confirmación espiritual y personal de este proceso, al pedir y creer que recibiremos, se convierte entonces en la oración de nuestra vida.La descarga es desde la pagina de la Iglesia la cual permite que este vídeo
se distribuya libremente.Esa confirmación espiritual mediante el poder del Espíritu Santo la recibe, bajo las condiciones del Señor, todo aquel que esté dispuesto a pedir con fe, con la creencia de que recibirá la respuesta por medio de ese poder. Dicha confirmación comienza al escucharse la voz del Señor, de Sus siervos, de Sus profetas y apóstoles, y continúa al prestarse oídos a sus palabras. El conocimiento espiritual de la Restauración es un asunto de fe.
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