El élder Holland en la conferencia general de octubre de 2005 dijo:
“. . .desde los tiempos antiguos hasta los modernos siempre se nos ha invitado a presentar lo mejor de nosotros mismos, por dentro y por fuera, al entrar en la casa del Señor, y una capilla dedicada de los Santos de los Últimos Días es una “casa del Señor”.
No es necesario que nuestra ropa y nuestro calzado sean caros, de hecho, no deben ser caros, pero tampoco deben dar la apariencia de que estamos en camino a la playa. Cuando vamos a adorar al Dios y Padre de todos nosotros y a participar de la Santa Cena que simboliza la expiación de Jesucristo, debemos tener una apariencia tan atractiva y respetuosa, y ser tan circunspectos y correctos como sea posible.”
“. . .desde los tiempos antiguos hasta los modernos siempre se nos ha invitado a presentar lo mejor de nosotros mismos, por dentro y por fuera, al entrar en la casa del Señor, y una capilla dedicada de los Santos de los Últimos Días es una “casa del Señor”.
No es necesario que nuestra ropa y nuestro calzado sean caros, de hecho, no deben ser caros, pero tampoco deben dar la apariencia de que estamos en camino a la playa. Cuando vamos a adorar al Dios y Padre de todos nosotros y a participar de la Santa Cena que simboliza la expiación de Jesucristo, debemos tener una apariencia tan atractiva y respetuosa, y ser tan circunspectos y correctos como sea posible.”