El presidente David O. Mckay dijo: “La orientación familiar es una de nuestras oportunidades más urgentes y compensadoras para criar, inspirar, aconsejar y guiar a los hijos de nuestro Padre... Es un servicio divino, un llamamiento divino. Como maestros orientadores, es nuestro deber llevar el espíritu divino a cada hogar y corazón”.
La orientación familiar contesta muchas oraciones y nos permite ver milagros en acción।
La orientación familiar contesta muchas oraciones y nos permite ver milagros en acción।
Al pensar en la orientación familiar, me acuerdo de una historia un hombre llamado Johann Denndorfer, de Debrecen, Hungría. Se había convertido a la Iglesia años atrás en Alemania, y en aquel entonces, después de la Segunda Guerra Mundial, prácticamente era un prisionero en su tierra natal. Cuánto añoraba tener contacto con la Iglesia. Entonces recibió la visita de sus maestros orientadores. El hermano Walter Krause y su compañero fueron desde el noreste de Alemania hasta Hungría para cumplir con su asignación de orientación familiar.
Antes de partir a sus hogares en Alemania, el hermano Krause le dijo a su compañero: “¿Le gustaría ir conmigo esta semana a hacer la orientación familiar?”.
“¿Cuándo salimos?”, le preguntó su compañero.
“Mañana”, le contestó el hermano Krause.
“¿Y cuándo regresaremos?”, le preguntó el compañero.
Sin titubear, el hermano Krause dijo: “En una semana”.
“Mañana”, le contestó el hermano Krause.
“¿Y cuándo regresaremos?”, le preguntó el compañero.
Sin titubear, el hermano Krause dijo: “En una semana”.
Y fueron a visitar al hermano Denndorfer y a otros। Al hermano Denndorfer no lo habían visitado sus maestros orientadores desde antes de la guerra, de modo que se emocionó al ver a los siervos del Señor.
Al recibirlos, ni siquiera les estrechó la mano, sino que fue a su dormitorio y sacó de un lugar oculto los diezmos que había guardado durante años.
Entregó los diezmos a los maestros orientadores y les dijo: “Ahora puedo estrecharles la mano”.Ruego que todos los que estén al alcance de mi voz hagamos un esfuerzo renovado por ser dignos de recibir la guía del Señor en nuestra vida
Hay muchos que ruegan y oran para recibir ayuda; están los desalentados, los que necesitan una mano de ayuda los enfermos y afligidos que buscan a Dios .